Mercurius Solubilis
Metal
pesado, líquido, tóxico, mortal, la tendencia a matar y al suicidio siempre
serán el norte de este personoide. Su presencia en la humidad ha variado de
forma pero su nombre es la guerra. En algún momento fue el cuchillo, la espada,
los tanques, cañones, son metales que explotan y caen del cielo, pero siempre
metal.
Lo
veremos como instrumento de la filas Lycopodianas y Pulsatillosas, limpiar el
terreno para sembrar las semillas de sus comandantes y peor aun con el síndrome
de aberración y perversidad en su creatividad, ya que puede concebir una bomba
capaz de matar cinco veces la población mundial o más de quinientas versiones
de la misma arma. El Lycopodium crece en América y Pulsatilla en el Medio
Oriente, el Mercurius del Lycopodium se esgrime en nombre de la libertad,
mientras que el de la Pulsatilla en nombre de Dios, los países protegen sus
fronteras con Mercurius en sus manos para así dar muerte a la planta invasora y
en las ciudades se vende en tiendas, dando al portador la capacidad de generar
miedo o muerte tanto a los demás como a si mismo.
Cuando
un país quiere mostrar su fortaleza lo hace mostrando el Mercurius que conforma
su núcleo celular; desfiles que muestran mil y un formas de matar a los
invasores o a los que pretendan sacudir la estabilidad emocional de la constitución
energética que los gobierna. El Mercurius es un asesino entrenado y al cual se
le han implantado ideas de destrucción por el orden establecido gracias a su
incapacidad intelectual, falta de memoria, descontento, intolerancia y malignidad.
Por
estar en el núcleo de la célula quiere decir que todos tenemos un Mercurius que
trascender, y cuando ha salido de control, lo hemos visto desarrollarse en los
medios más académicos como en la medicina, cuando tortura sin matar o dejar
marcas; en la ingeniería que crea un arma de repetición la cual no se
recaliente por fricción; en la química con virus letales de laboratorio; en la física
con la bomba nuclear; en la acupuntura cuando su conocimiento se aplica en las
artes marciales; en la homeopatía al manipular o imponer una situación porque
beneficia o acrecenta el ego del tratante y peor aun cuando se desea matar
lentamente; en la psicología al hacer creer al mundo que era necesario.
En
los medios de menor grado académico se desarrollan asesinos, violadores, ladrones, estafadores y como cosa
curiosa usan las herramientas que sus congéneres educados con una disfrazada
inconsciencia forjaron para alguien con poco intelecto. Es bien conocido que para activar el
lanzamiento de la bomba nuclear se necesita un código, dos llaves que abran al
mismo tiempo y un botón, para una pistola solo apretar el gatillo, la granada
solo quitar el seguro, el cuchillo agarrar por el mango, de alguna forma la
inteligencia que creo el arma sabe que al momento de matar eres obtuso y se
asegura de que puedas usarla indefectiblemente.
Su
expresión orgánica la podemos observación en su sistema digestivo por la
presencia de ulceraciones y descomposición desde la boca hasta el ano; fluidifica
y descompone todos los líquidos orgánicos con desglobulización de la sangre,
reblandecimiento e infiltración de tejidos, afecciones de naturaleza
herpéticas.
El
Mercurius es la oscuridad y destrucción, mientras que el Phosphorus la luz
divina y la vida, se encuentran formando un equilibrio Yin-Yang en el planeta,
teniendo como Tao al Sulphur.
Mariangel Marquez-Howard Yanes
Caracas-Venezuela 08/06/2012
Phosphorus
Si la
guerra es la oscuridad que genera el Mercurius, el Phosphorus es la luz divina
que devuelve la vida.
Su característica principal es que no esta a la
vista y que se necesitan dos elementos para crearlo y uno para sostenerlo
evitando la autocombustión; en nuestra sociedad estos dos elementos son el
hombre (orina) y la mujer (arena) y de su unión genera la chista que devuelve
la vida al planeta por el miedo a desaparecer, a estar solo y aunque dicen que
a las tormentas, en realidad es al recuerdo del Padre todo omnipotente, que
retumba en los cielos antes de su llegada a la tierra.
Percibe el sufrimiento como consecuencia y causa
de su existencia; su manifestación es instintiva y al igual que al Mercurius,
le cuesta concentrarse en una idea por fatiga mental. Una visión cronológica
del cine nos muestra los niveles de Mercurius y Phosphorus que consume nuestra
sociedad, desde principios de 1900 el cine nos mostraba como los actores se
enamoraban, se cortejaba, y luchaba por el amor de la damisela caída en
desgracia. Al realizar los primeros cortometrajes para adultos, los
espectadores aprendieron que el Phosphorus podía ser duplicado, así aprendimos
a regalar flores, a galantear, y que esa unión podía complementar de igual
manera lo económico, emocional o social, además de lo espontáneo; el Phosphorus
no mide belleza, ni estética, aunque la expresión artística es su máxima; solo
la magia de la explosión que puede generar vida es lo que lo hace vibrar.
Después de la segunda guerra mundial las películas
románticas dejaron de ser el objetivo central y entro el Mercurius, desde entonces solo vemos asesinos en serie,
guerra, dolor, destrucción y dominación lasciva. El Phosphorus enfermó y se presenta con
miedos, pierde su identidad en casos extremos, no es posesivo pero tampoco
tiene nociones de pertenencia o raíces, no se siente ligado a su familia ni a
su pareja, menos aún a su nación o genero; tienen a ser amorales y no poseen un
código ético elaborado.
Phosphorus es la consecuencia del Mercurius, ya
que su dificultad para discernir entre lo bueno y lo malo, no le permite medir
las consecuencias de sus acciones, es cuando tenemos un planeta sobrepoblado,
no hay alimentos para todos, no todos se alimentan bien, no todos tienen
espacio para vivir, no todos tienen suficiente agua y estas serán las excusas
de las dos grandes plantas, Lycopodium y Pulsatilla, enarbolaran para una confrontación
bélica y dominio de territorios; como lo hemos visto en el pasado utilizaran
grandes creaciones generadas para cubrir estas necesidades solo con el fin de
lograr poderío a un a costa de la humanidad.
Por otra parte, este panorama podría suscitar un explosivo crecimiento del Sulphur que puede
retiene a ambos, el nuevo orden filosófico no deberá comprender el pensamiento
lógico sino también un desarrollo intelectual y emocional, que le permita a
todos superar el miedo que genera no saber la misión de vida, para qué y por
qué estamos aquí, superando sociedades secretas, secretos milenarios, y la
unión lógica de todo conocimiento.
Todos somos parte de una sola entidad viviente, la
cual vive y muere al mismo tiempo como las células del cuerpo, Lycopodium y
Pulsatilla forman parte de una consciencia colectiva y cuando sane el Mercurius
y el Phosphorus que residen en nuestro núcleo, comprenderemos que no hacen
falta las armas, ni la religión que nos coarta, sólo con el amor, la empatía y
el perdón podremos trascender nuestra razón de vida.
Su enfermar se expresará con intensos y
precipitados cambios de tejido; marcada asimilación y desasimilación que
provocará una extremada debilidad; temblores, entumecimiento y postración;
hipersensibilidad en todos los sentidos y una marcada ansiedad que no le
permite lograr aquietarse; destrucción de glóbulos sanguíneos y degeneración
grasosa en hígado, riñones y páncreas.
Mariangel Marquez-Howard Yanes
Caracas-Venezuela 08/06/2012
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