Energía
Wei o Defensiva
La
energía Wei, tiene como misión la defensa y por ello se manifesta hacia el
exterior de una manera continua.
Comprendiendo
que el hombre es un ente energético, aceptamos que lo influye las variaciones
climáticas o cósmicas las cuales incitan a la enfermedad, manifestándose en
seis variedades, las cuales son calor (Re), viento (Feng), frio (Han), humedad
(Shi), sequedad (Zao) y fuego (Huo). Estas
energías cósmicas destruyen la economía energética humana, si no existiera la
energía Wei, la cual va a crear campos de neutralización que impiden la acción
de la noxa cósmica.
La
formación de la energía Wei comienza con la ingesta de alimentos, a través de
la transformación realizada en el Estómago, como lo hemos destacado en la formación
de la energía Rong; de igual manera, en este proceso destilaremos tres tipos de
energías, una Tinh o energía libre que va al Maestro del Corazón (MC), Thin o energía pura y Jing o materia.
Una
gran diferencia de observar en la generación de la energía Rong y la energía
Wei, es que el Pulmón, último eslabón en la creación de la energía Rong, no
formará una energía libre que pasa al Maestro del Corazón; mientras que el
proceso de la energía Wei, todos sus integrantes generaran este tipo de energía
sutil o libre (Tinh) que será trasmitida hacia el Maestro del Corazón.
La energía Jing generada por el Estómago es
dirigida hacia el Intestino Delgado, quien creará una energía útil o pura que
se deposita en el Riñón energético y una impura depositada en el Intestino
Grueso. Como observamos, las funciones del
Intestino Delgado son completar la digestión que resulta en la gestión de
líquidos, absorción de los alimentos separando lo puro de lo impuro, enviando
lo puro al Bazo y lo impuro al Intestino Grueso y controlar los líquidos; estas
últimas funciones dependerán del Yang de Riñón.
A este proceso se le denomina Segunda Purificación.
La sustancia depositada en el Intestino
Grueso forja la Tercera Purificación, resultando nuevamente una energía pura
que de igual manera se dirigirá al Riñón, esto afirma que este órgano es un
almacén energético; lo impuro es expulsado al exterior como heces; evidenciamos
las funciones del Intestino Grueso de transformación o cambio al recibir los
residuos del Intestino Delgado y transformarlos en heces; y por último, de paso
al absorber los líquidos de los residuos.
Por otra parte, todas las energías
depositadas en el Riñón a través de los intestinos serán procesada en una
Cuarta Purificación, donde lo puro ira hacia
el Hígado y lo impuro a la Vejiga. El
Riñón se encargara de gestionar o conservar los líquidos, recordando que el
metabolismo de los líquidos depende del Bazo, el Pulmón y del Riñón quien los
controla. El Riñón separa lo puro de lo impuro, enviando lo impuro a la Vejiga
y cediendo lo puro al Pulmón cuando éste desciende, a esto se le denomina
control de la recepción del Qi respiratorio, ya que el Riñón sostiene al Pulmón
para que este pueda descender.
Los residuos que llegan a la Vejiga pasaran
por una Quinta Purificación, de nuevo lo puro será enviado hacia la Vesícula
Biliar y lo impuro se expulsará al exterior en forma de orina.
La energía dirigida hacia el Hígado por el Riñón,
experimentará la Sexta Purificación, la energía pura generada por este proceso,
circulará por el canal interno del Hígado y se elevará a lo más Yang del cuerpo
o Potencia Cósmica, en el centro del vértex o centro de reunión de todas las
energías yang (20VG); lo impuro se dirigirá hacia la Vesícula Biliar; donde se
llevará a cabo la última purificación, Séptima.
Nuevamente la energía pura o útil, será transportada hacia el centro de
reunión de las energías yang, y lo impuro retomará el inicio del circuito para
efectuar un nuevo reciclaje; esta última sustancia estará muy refinada, por
esto a la bilis se le denomina lo más puro de los humores orgánicos.
Las energías recolectadas de la sublimación
del Hígado y la Vesícula Biliar, es una energía volátil que se expande hacia el
exterior, y se acumulará en los globos oculares durante la noche para en el día
junto a la acción de parpadeo se transmitirá a los meridianos de Vejiga,
Vesícula Biliar y Estómago, quienes son los más largos del organismo, descendiendo
desde el ojo hasta los dedos de los pies; los miembros superiores se conectarán
formado planos energéticos con ellos, constituyendo un halo protector que nos
aísla del medio, circulando por los denominados Canales Tendinomusculares.
De igual manera existe una circulación
interna, desempeñando la inmunidad energética a través de los Canales Distintos,
Luo Longitudinales y los Vasos Curiosos, Reguladores o Maravillosos.
Mariangel Marquez
Caracas Venezuela 23/08/2013