El planeta:
Al principio de los tiempos existía una comunicación
directa con Dios a través del equilibrio con la naturaleza; eran pocas las
leyes escritas y el castigo estaba claro.
La espiritualidad era considerada un camino de sabiduría, porque estaban
seguros de que la conducta en este plano de existencia traía consecuencias que
se tomaban en serio; la sabiduría impartida por los mas ancianos guiaba a la inexperiencia de los mas jóvenes, pero al
parecer, el incremento de la población hacia imposible llevar esa sabiduría a cada
ciudadano, es así como los que se creen mas fuertes, astutos y sabios, toman el
poder, porque la ignorancia lleva al miedo.
Hoy día hay más miedo que sabiduría; miedo de mostrar
y ver la verdad, de utilizar el conocimiento, de ser descubierto como un ser
pensante, crítico y el mayor pecado es ser justo. Estamos aún estancados en la supervivencia corpórea del poseer grandes
cantidades de objetos, solo lo material nos da seguridad.
La sintomatología es clara, vemos y escuchamos la
verdad pero la negamos, la conducta violenta, el abuso excesivo de los recursos
del planeta, la explotación del hombre por el hombre y el esgrimir el nombre de
Dios como justificación de segregación y muerte según sea la raíz del miedo; son
claros síntomas de que estamos tóxicos.
La verdad cuando se revela ante sus ojos no necesita justificación,
y la verdad es que no tenemos todas las respuestas en una sola disciplina, en
una sola terapia, en una sola religión, y menos aún en las normas o reglamentos
impuestos por sociedades que ya dejaron de existir física, emocional e
intelectualmente, pero que dejaron su legado y es eso lo que debemos
transformar.
Sin embargo, la lucha no es por encontrar respuestas,
sino por hacer las preguntas correctas que lleven a respuestas sencillas, si… hay
un Dios y es amor, y nos da la oportunidad de mejorar en este plano de
existencia, que creó para nosotros; todo lo demás son banalidades humanas. Si
hay alguien que busca ayudar a las personas a sanar, esa persona deberá tener
la mente abierta para entender aquello que no tiene explicación, “la
enfermedad”; todo lo demás no tiene importancia.
Permanecemos suspendidos en una gota de agua que gira
alrededor del sol, inmovilizada en medio de la nada manteniéndonos aislados, retraídos,
mermando nuestra capacidad de observación y discernimiento; para descubrir los
confines que existen mas allá de nuestro ser, el colectivo necesita estar sano
y con capacidad de concentración para captar el mensaje de evolución, de
armonía y de felicidad, porque para eso es que estamos aquí, para ser felices
pero aún lidiamos con nosotros mismos y lo único que debemos hacer es
aceptarnos tal cual somos, amarnos por cómo y quienes somos; tomar la decisión
de cambiar no es fácil, pero el planeta no necesita más de lo mismo.
El aceptar quienes somos no es sencillo, es de
valientes y eso es lo que necesitamos, todos tenemos nuestra sombra que
simplemente es nuestro verdadero Yo, el punto es no dejarla fluir por miedo
sino aprovechar sus cualidades para ayudarnos a trascender porque el miedo si
lo asumimos se transforma en responsabilidad y voluntad para tomar decisiones,
para accionar lo que nos llevará a nuevos aprendizajes a respuestas al camino
de la felicidad que es el fin ultimo de esta existencia.
Mariangel Marquez-Howard Yanes
Caracas-Venezuela 17/09/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.